El Deep Tech en auge

Ago 24, 2023 | Artículos, Noticias, Transformación digital

Innovación Tecnológica en América Latina: Un Despegue del Deep Tech

América Latina está experimentando una ola de innovación sin precedentes, marcada por la tecnología profunda (Deep Tech) y la Big Tech. En el mundo de los negocios y la tecnología, las historias de pequeñas startups que evolucionan en gigantes de la industria son inspiradoras. Un ejemplo vivo es Establishment Labs, originada en Costa Rica, que comenzó enfocándose en la innovación en implantes mamarios y ahora cotiza en el índice Nasdaq de la bolsa de Nueva York, con un asombroso valor de mercado de $1.800 millones.

En otro rincón de América Latina, la empresa chilena NotCo está utilizando inteligencia artificial para transformar la forma en que consumimos alimentos. No solo eso, la firma argentina Bioceres está revolucionando los métodos de cultivo de alimentos. Mientras tanto, Satellogic, también de Argentina, está creando constelaciones de satélites asequibles y de alta resolución para observar la Tierra en detalle.

¿Qué tienen en común estas empresas tan diversas? Todas han logrado descubrimientos científicos o han introducido innovaciones tecnológicas genuinamente revolucionarias. A diferencia de las compañías que se concentran en aplicaciones móviles o mejoras incrementales en productos y modelos de negocio, estas startups están inmersas en la innovación tecnológica pura, lo que se conoce como Deep Tech.

El estudio «Deep Tech: la nueva ola», desarrollado por Ignacio Peña y el equipo de BID Lab, revela una explosión de innovación en el ámbito de la Big Tech en América Latina. Esto no solo es extraordinario en términos de magnitud, sino que también abre las puertas a posibilidades que antes parecían de ciencia ficción, como el diagnóstico de enfermedades como el cáncer a partir de una simple gota de sangre.

América Latina está experimentando una ola de innovación sin precedentes, marcada por la tecnología profunda (Deep Tech) y la Big Tech

Una tendencia notable es la disminución de los costos asociados a estas innovaciones en los últimos años, lo que ha facilitado su adopción y expansión. Las startups de Deep Tech encuentran su hábitat principal en Argentina, Brasil y Chile, que suman el 80% del total en la región. En términos de valor de mercado, estos tres países, junto con Costa Rica, lideran el ranking.

Argentina

Dentro de este panorama, Argentina ostenta el mayor número de startups de Deep Tech, con 103 en su haber. Un caso emblemático es el de Auth0, una empresa de ciberseguridad que en 2021 fue adquirida por $6.500 millones, alcanzando así un hito histórico en la región.

Chile

Chile, aunque con una economía más modesta en comparación con Brasil y Argentina, alberga startups de Deep Tech con un valor de mercado conjunto de $2.000 millones. Esto se debe, en parte, al enfoque en la inteligencia artificial aplicada a alimentos, liderado por empresas como NotCo.

Costa Rica

Un país que merece especial mención es Costa Rica, cuya presencia en el mapa de la tecnología profunda está marcada por el éxito de Establishment Labs, la startup más valiosa de la región en esta área. En efecto, esta empresa concentra el 97% del valor de mercado del sector en el país.

Más del 60% de la innovación en el Deep Tech en la región proviene de la biotecnología, seguida por la inteligencia artificial con un 11%. Además, emergen sectores como la nanotecnología, tecnologías limpias, tecnología espacial, movilidad avanzada y robótica como áreas de crecimiento.

No obstante, América Latina muestra diferencias notables en la adopción de startups Deep Tech. México y Colombia están rezagados en este aspecto, con una concentración significativamente menor de estas empresas en comparación con otros países. México, a pesar de tener un sólido sector manufacturero y acceso a capital de riesgo, apenas cuenta con 0,2 startups de tecnología profunda por millón de habitantes.

Aunque queda un largo camino por recorrer, las perspectivas son alentadoras. La Deep Tech no es solo una promesa de ciencia ficción, sino una oportunidad tangible para mejorar la vida de la mayoría de la población en la región, como sostiene Marcelo Cabrol, jefe de Escalabilidad, Conocimiento e Impacto de BID Lab.