5 pasos para internacionalizar tu empresa

Oct 10, 2023 | Conectividad, Noticias

Internacionalizar tu empresa es uno de los retos para diversificar tus fuentes de ingreso, captar nuevas oportunidades de negocio y crecer. Conoce cómo hacerlo. 

5 pasos imprescindibles para que puedas internacionalizar tu empresa con éxito

Como principio general, ten presente que la internacionalización de la empresa no puede ni debe ser una huida hacia delante. ¿Qué significa esto? Que estos procesos se tienen que iniciar cuando hay una cierta estabilidad interna. Solo entonces, puedes permitirte los recursos para dar el paso a nuevos horizontes.

Por otra parte, la eclosión y desarrollo de la inteligencia artificial (IA), junto con la automatización, ofrece varias alternativas porque reduce, y mucho, los costes. Esto permite que se ahorren muchos pasos y que se necesiten menos recursos para afrontar la internacionalización. Hoy no es una quimera que una PYME se quiera internacionalizar. 

Y este proceso no es, en ningún caso, fruto de la improvisación, como nada en una empresa seria. Sigue una lógica metódica y cronológica que no debes obviar. Estos son los 5 pasos a dar:

1. Internacionalizar empresa: hacer un análisis DAFO

El análisis DAFO o FODA es el primer paso que tienes que dar para ver cuál es tu punto de partida. Y esto es bueno, porque revisarás cuestiones internas y externas de calado.

A nivel interno, el análisis sirve para detectar tus debilidades y fortalezas. Debilidades en el sentido de puntos internos de la empresa que se tienen que mejorar de cara a la internacionalización. Fortalezas, que sirven como ventaja competitiva por encima de otras empresas de tu sector. Al fin y al cabo, se trata de solucionar los problemas que tienes dentro antes de dar este paso. 

A nivel externo, se tratan las amenazas y oportunidades. Amenazas que vienen por los problemas macroeconómicos o por los de coyuntura del mercado. Oportunidades, derivadas por periodos de bonanza económica o de ventajas fiscales o de implantación. De todas maneras, con la tecnología blockchain se pueden sortear algunos de estos problemas. 

2. Seleccionar el o los mercados exteriores

Una vez listo el DAFO y cotejado, podemos elegir cuál es el mercado (o los mercados) de implantación de la empresa. Muchas veces, tenemos que limitar las posibilidades, así que los criterios a elegir tienen que ser claros: facilidades de implantación, potencial de crecimiento y cuestiones culturales (idioma, costumbres…). Cuanto menos trabajo de formación previa necesitemos, mejor que mejor.

La distancia física influye, eso es indudable, pero las diferencias culturales también son una barrera de entrada. Y, aunque el inglés haga la función de lengua franca, tenemos que pensar en llegar al cliente final. Esto es tanto o más importante cuando tu empresa se dedicará al B2C. 

3. Hacer contactos para la implantación

Los contactos para implantarse son fundamentales, porque se trata de tener presencia estable. Existen varias fórmulas: desde una entrevista con los miembros de la Cámara de Comercio al contacto directo con otras empresas locales que quieran asociarse contigo; también puedes tener personas sobre el terreno que quieran invertir en tu proyecto. 

Si se trata de una startup, hacer una ronda de inversión puede ser una opción muy interesante. Pero, en cualquier caso, ya sea con recursos propios o con recursos externos, debes tener la suficiente infraestructura para dar el salto.

4. Definir los canales de comercialización

Cuando ya tengamos una idea de implantación y las personas que se pueden encargar, hay que definir los canales de comercialización. Esto es crucial cuando se trata de empresas que comercializan mercancías físicas, puesto que los procesos de transporte determinan la calidad del servicio y, en última instancia, la tasa de beneficios de las empresas. No se trata solo del qué, sino del cómo vas a vender. 

Ojo, en el análisis DAFO ya se tendría que saber algo de esta cuestión, básicamente cuando hablamos de aranceles o estabilidad del país. Pero, en algunas ocasiones, pueden existir varias vías; pues bien, este es el momento de decidirse por una u otra. 

5. Implantar la compañía de forma física

Finalmente, se tendrá que implantar la compañía de forma física. Las opciones, básicamente, son dos: hacerlo ex novo, contando 100 % con recursos propios, o implementar una forma de colaboración con una empresa local, denominada joint-venture. En función de lo que te interese, de tus recursos y de tu visión a medio y largo plazo, te interesará más una u otra opción.

Tengamos presente que la implantación puede ser a través de una delegación propia o aprovechando otras oficinas y su infraestructura. Piensa que la implantación física es una opción que va al largo plazo. Por lo tanto, asegúrate de que todos los pasos anteriores han sido exitosos. 

En conclusión…

Internacionalizar una empresa es un proceso en el que las nuevas tecnologías pueden hacer mucho para reducir costes. Y, en este sentido, debes aprovechar las posibilidades que se abren, sobre todo, para las PYMES. En Kawaru Consulting te podemos ayudar y asesorar para que des el paso con garantías de éxito. ¡Conócenos!